Viernes
Huella de mi pie sobre el suelo del baño, tras una reconfortante ducha al terminar una buena caminata por el bosque. La forma de la planta del pie se ha quedado momentáneamente impresa por la humedad que ha dejado al apoyarla sobre el suelo seco.
La huella se reconoce por ser más oscura que el resto, el agua ha oscurecido el suelo. Es un efecto particularmente delicado. La luz reflejada por la parte seca del suelo se produce en la transición entre el aire y el material del suelo. En la parte húmeda se produce en una transición un poco más compleja, aire-agua-suelo, lo que de alguna forma es una transición más gradual que la directa aire-suelo. Y suele ser el caso que cuanto más gradual sea la transición menos luz se refleja y por eso la parte húmeda nos aparece más oscura.
Este efecto es un pariente muy cercano de otro efecto tan hermoso o más que este al caminar sobre la arena de la playa.
El nombre de la entrada es un homenaje a las aventuras del gran Robinson Crusoe, cuando, después de siete años de soledad en la isla en la que ha naufragado, descubre un día viernes la huella de un pie descalzo perfectamente marcadas en la arena, bautizando como Viernes al que más tarde será su amigo.
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