El arcoíris es quizás de los efectos ópticos más familiares, emocionantes, y significativos hasta tener dimensión bíblica, por lo que merece una página aparte. Para más ejemplos y explicaciones detalladas del fenómeno remitimos a la web hermana de fenómenos ópticos descargable en este enlace:
Y aquí disfrute de todos estos ejemplos:
Magnífica secuencia de tres imágenes cortesía de Cristina Martín Pascual, tomadas una tarde de septiembre en la Universidad Complutense tras una buena tormenta. En alguna de ellas se aprecia muy bien el secundario y la banda de Alejandro más oscura entre primario y secundario. Y también se agradece mucho ese cuidado en abarcarlo entero, que lo enmarca y encuadra maravillosamente en el paisaje urbano, en este caso nuestra común alma mater, en el que casi llega a notarse un perfumado y fresco aire limpio tras la lluvia, la paz tras la tormenta, y una delicada esperanza emergiendo tras el desahogo torrencial de la angustia. En la tercera se incluye además las sombras alargadas en el atardecer de los que contemplan el espectáculo.
Maravilloso arcoíris por Laura Barragán en las Cataratas del Niágara.
Una increíble secuencia de tres imágenes de arcoíris como no he tenido la suerte de ver nunca, observados y registrados por Julia Sotomayor Susin, en Alcalá de Henares, con su secundario, y los mejores supernumerarios que he visto nunca. Los supernumerarios son esos arquitos que se van alternando por la parte interior del principal.
Disfrute de estos supernumerarios de escándalo y también de la banda de Alejandro, la zona entre primario y secundario.
Por Álvaro Velasco Escorial, en Talamanca de Jarama.
Fragmento de arcoíris observado por Susana Laorga Fernández, con polarizador, lo que aumenta la saturación del color. Se puede adivinar que hay algo más allá del color violeta, los llamados arcos supernumerarios, de origen interferencial.
El arcoíris está polarizado como ocurre casi siempre con la luz reflejada, en este caso en gotas de agua. En el vídeo que puede ver en este enlace he antepuesto un polarizador a la cámara y lo he rotado. Se aprecia cómo en algunas porciones del polarizador el arcoíris desaparece y en otras mejora su visibilidad respecto al fondo de luz despolarizada.
Maravilloso caso de arcoíris casi rasante al suelo, por Marina Paris Ogayar.
Y otro también próximo al suelo, que parece querer fundirse con la ciudad, por Telma Sanz Hernando.
Delicado arcoíris extendiéndose elegante por el cielo de Lisboa, por María Benito Gomes.
Arcoíris doble desde mi casa.
Magnífico contraste sobre el fondo, por Miguel Rodríguez de Gaspar Fernández.
Arcoíris desde el tren por Enrique García-Blanes Seguido.
Si se coloca adecuadamente cerca de los aspersores de riego, con el sol en su cogote, y el sol no está muy alto puede ver a placer un maravilloso arcoíris, cortesía del gran Enrique García-Blanes Seguido.
Un fragmento de arcoíris muy curioso, en Oros Bajo, entre montañas. Ocurre antes del amanecer en esa parte del valle a la sombra de una montaña a las espaldas del fotógrafo. La parte del cielo que forma el arcoíris está presenciando el amanecer, y por eso predomina la parte roja,
como en este otro ejemplo. Ni llovía ni había llovido, la responsable del arcoíris era una lluvia distante, una parte de la cuál se puede observar en la parte inferior izquierda de la imagen, en lo que de hecho parece virga, lluvia que desparece antes de tocar el suelo.
Arcoíris sobre Groningen, Países Bajos, tomada desde el Vismarkt, con la Martinitoren al fondo, con el maravilloso pajarito que parece querer cruzar el arcoíris, quizás pasando entre el primario y el secundario, quizás lo consiga por no saber que es imposible. Imagen cortesía de la gran Isabel Tenreiro Villar.
Magnífico par de imágenes de arcoíris sobre Alcalá de Henares de nuevo por Julia Sotomayor Susin. Un semicírculo casi completo apoyado delicadamente sobre los tejados, y un fragmento donde se aprecia el secundario con sus colores invertidos y la banda de Alejandro, la zona entre primario y secundario, más oscura precisamente por la propia naturaleza del arcoíris como concentración de luz, con ese nombre en honor de Alejandro de Afrodisias, en el siglo II de nuestra era.
Fantástico arcoíris, también con su secundario y su banda de Alejandro, cortesía de Claudia Puertas González.
El arcoíris es un mosaico o una vidriera. Cada gota contribuye con un fragmento como una tesela en un mosaico o un fragmento de vidrio en una vidriera. Y además esa contribución es personal para usted, con un color distinto al que observa en esa misma gota cualquier otro observador. He buscado plasmar ese hecho en la siguiente imagen, tomada en un aspersor con un surtidor en forma de abanico para regar el césped del parque en el Polideportivo Fernando Escartín Coti de Biescas.
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