Imagen de dos gafas sobre un papel blanco iluminadas por el sol, llegando la luz por la parte superior de la imagen. La de la izquierda tiene un recubrimiento destinado a filtrar la luz azul, de forma que la luz azul se refleja y por tanto no llega al ojo. Se ve claramente el reflejo azul, de modo que la luz transmitida adquiere un color rojizo por la falta del azul. Nada de eso ocurre en la de la derecha, que carece de ese recubrimiento.
Este tipo de recubrimiento funciona por interferencia, exactamente de la misma forma que lo hacen los colores en las pompas de jabón. La idea es diseñar el recubrimiento de forma que la interferencia entre la luz reflejada en la cara interior y exterior del recubrimiento sea constructiva para el azul y destructiva para el rojo, lo que implica, por conservación de la energía, que para la transmisión se intercambian los papeles y la interferencia es destructiva para el azul y constructiva para el rojo.
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