La máquina del silencio

Experimento de interferencia muy sencillo. 

Véalo en este video 

Se trata de enfrentar dos altavoces de un equipo musical. El efecto es mejor si la fuente es monoaural en lugar de estéreo. Puede usar una emisora de radio en onda media, o como hice yo, conectar los dos altavoces a la misma salida del amplificador, con lo que los dos reciben la misma señal. 

La idea es entonces conectar los altavoces con polaridades opuestas. Quiero decir que en un altavoz conectamos la salida + del amplificador con la entrada + del altavoz y la - con la -, mientras que en el otro altavoz conectamos la salida + del amplificador con la entrada - del altavoz y la - con la +. En el vídeo nuestro querido técnico Ismael dispuso un interruptor que hacía o deshacía a voluntad el cambio de polaridad. 

Digamos que con polaridades opuestas lo que hace un altavoz lo deshace el otro, donde uno pone un máximo de presión el otro pone un mínimo por el cambio de signo de la conexión y sus esfuerzos se cancelan mutuamente. Se trataría de un caso de interferencia destructiva, similar al que ocurre con la luz pero en un contexto distinto. Puede encontrar la idea novelada en un cuento del gran Arthur C. Clarke, Silencio por favor, incluido en los Cuentos de la taberna del ciervo blanco

El experimento es muy sugerente y se presta a desarrollos más elaborados tanto en la realización como en la interpretación. Por ejemplo puede jugar con la posición y orientación relativa de los altavoces. O se puede preguntar, como hace el mismo Arthur C. Clarke, dónde se va la energía, si no debería haber quizás una zona del espacio donde la interferencia fuera constructiva. Recuerde que la interferencia no es una creación ni destrucción de energía sino una redistribución. Si nos metemos en cuestiones de coherencia la cosa ya se pone seria.   



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